¿Cómo se determina el precio del proyecto sin conocer los detalles? No se puede. Al igual que un mecánico de coches no puede decir lo que va a costar la reparación antes de que pueda inspeccionar lo que está roto, con frecuencia los freelancers se enfrentan al mismo problema.
No importa que hagas páginas web, escribas contenido, te dediques a las redes sociales o realices cualquier otra tarea freelance, dar un precio de antemano simplemente no es posible. Tú, como freelancer, lo entiendes. Pero tu cliente quizás no.
¿Cuáles son las razones de que lo primero que pregunten muchos clientes sea la tarifa?
En primer lugar, no estamos aquí para contarte cómo son los clientes perversos. Para sacar el máximo partido de tu carrera como freelancer, tendrás que aprender a trabajar con diferentes clases de personas.
No te pierdas nuestro artículo sobre cómo tratar con los 7 tipos de clientes más frecuentes: el tacaño, el “yo puedo hacer esto mejor” o la persona 110%.
Trabajar con éxito con alguien, a menudo significa, en primera instancia, tratar de comprender su contexto. Así que vamos a ver a continuación algunas razones que llevan a ciertos clientes a querer establecer la tarifa ya en los minutos iniciales de vuestra primera conversación.
1.No tienen mucha idea sobre el coste
Esta es la respuesta simple: el cliente quiere que le des enseguida un precio porque ellos mismos no tienen ni idea de lo que el proyecto puede costar. Las respuestas simples son, con frecuencia, también las más probables. Especialmente si tu cliente es una nueva empresa o es la primera vez que busca un servicio de este tipo, esta podría ser la razón. Se trata de uno de los escenarios más inofensivos y puede resolverse fácilmente.
2. Ya han fijado un presupuesto máximo
La razón número dos: el cliente está dispuesto a pagar hasta, digamos, 5.000 euros por el proyecto, ni un céntimo más. En esencia, podríamos decir que te están probando. Si les das una cifra por encima, irán al siguiente freelancer. Si sospechas que es el caso, podría ser útil intentar obtener esa información de ellos. Sin embargo, al final todo dependerá de si el presupuesto se ajusta a sus tarifas.
3. Tienen miedo de que les cobren de más
Por último, pero definitivamente no menos importante, tus clientes podrían no querer dar una cifra porque piensan que va a terminar costándole más. Básicamente, ellos piensan que tú debes proponer un precio y así ellos tratar de bajarlo.
Estrategias para determinar tu precio sin venderte más barato de lo que deberías
La única manera de tratar con los clientes que desean saber el precio de inmediato es no dándoles uno. Explícales que, antes de conocer los detalles sobre el proyecto, no puedes darles una cifra. Esto es algo obvio y justo y tus clientes deberían entenderlo.
Vamos a ver cómo obtener esa información:
1. Ten una lista de preguntas preparadas
Si has decidido a poner en marcha esta estrategia para recabar más información sobre el proyecto en cuestión, tendrás que estar preparado para su siguiente pregunta: “Vale, ¿qué quieres saber?”. La mejor manera de enfrentarte a esta situación es disponer de un listado de preguntas. Dependiendo de a lo que te dediques, las respuestas serán diferentes.
Además, si te sientes confiado en la determinación de la tarifa a través de esta lista de preguntas, puedes ir un paso más allá y disponer de un documento prediseñado. Puedes incorporar un enlace en tu sitio web y enviar el listado a los clientes después de vuestra conversación inicial. Voilà! Así podrás obtener fácilmente la información que necesitas antes de dar una cifra de la nada.
2. No abuses de la falta de conocimiento del cliente
Si el problema es que tus clientes no saben bien lo que supone tu trabajo y lo que podría costar, lo peor que puedes hacer es intentar aprovecharte de ese desconocimiento. No solo porque es poco decoroso, sino porque te puede pasar factura. Hoy en día, hay un montón de freelancers y muchos de ellos ofrecen sus servicios a través de sitios como freelancermap, en nuestro directorio de freelancers. Realizar una comparación de tarifas resulta muy sencillo. Aunque el cliente te diga que sí al principio, nunca volverá a ti otra vez.
3. No tengas miedo de rechazarlo si no te cuadra
No podemos decir esto a menudo: no tengas miedo de decir ‘no’. Hay clientes que no están dispuestos a pagar. Intentarán buscar al freelancer más barato posible, sin fijarse en la calidad. En casos como este, ajústate a tus tarifas. No puedes permitirte el lujo de trabajar por una cantidad más baja de lo que recibes normalmente.
En ocasiones, lo mejor que puedes hacer es mantenerte firme y rechazar los proyectos que están muy por debajo de tus tarifas.
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