Síndrome del impostor: Qué es y cómo deshacerte de él

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¿Alguna vez has tenido la sensación de no ser lo suficientemente bueno, de que no eres capaz de hacer una trabajo o de que no te puedes permitir subir tus precios? No estás solo/a. Este sentimiento de “no ser capaz” tiene un nombre: El síndrome del impostor.

Es un fenómeno que está científicamente probado y que se puede tratar en psicología cuando crees plenamente que no eres capaz de hacer algo que realmente si sabes hacer.

En este artículo, hablaremos en detalle de qué es exactamente, por qué se produce y qué podemos hacer para curarlo.

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor está definido en psicología como un fenómeno en el que la persona es incapaz de aceptar que lo que tiene lo ha obtenido por sus propios méritos.

El término fue adoptado en 1978 por las psicólogas estadounidenses Pauline Clance y Suzanne Imes. Todo comenzó cuando la propia Clance se dio cuenta de que ella misma se sentía así:

«Cuando tenía que hacer un examen importante, tenía mucho miedo de suspender. Le daba más valor a las cosas que no sabía, en lugar de prestar atención a las que dominaba».

¿Y qué hizo Clance? Investigó el origen de ese sentimiento. La conclusión: A nuestro cerebro le gusta jugar con nosotros y nos intenta «proteger».

El síndrome del impostor, según la descripción de las dos investigadoras, hace que las personas crean que no son inteligentes, capaces o creativas, a pesar de tener éxito.

También se conoce como síndrome del farsante y puede darse de forma puntual, al producirse algún cambio puntual o alargarse en el tiempo. Este segundo caso es al que hay que prestar especial atención.

¿Qué causa el síndrome del impostor?

Parece que las personas que padecen el síndrome del impostor tienen en común su inseguridad. Por ello, el síndrome se puede asociar a:

  • Presión de género: Las mujeres tienden a padecer este síndrome más que los hombres. Muchas veces tienen que demostrar cómo pueden continuar con su carrera profesional.
  • Exigencia en la infancia: Aquellos que tuvieron unos padres demasiado exigentes (por ejemplo, con los estudios) y a los que no se les reconocieron sus logros.
  • Comparaciones: También aquellos a los que se les estuvo comparando constantemente con X, véase primo, hermano, etc.
  • Autoexigencia: Al tener expectativas demasiado altas, nunca se pueden llegar a cubrir.

Tipos de síntomas del impostor

Valerie Young, que estudió en profundidad este tema, consiguió definir los 5 perfiles más propensos a padecer este síntoma

  • Perfeccionista: son personas que siempre piensan que se puede hacer mejor y por tanto se fijan objetivos demasiado altos. 
  • Superhumano: Se sienten inseguros y creen que tienen que trabajar más y más por que aún pueden más.  
  • Genios: Son aquellos que se frustran cuando no les salen las cosas a a la primera
  • Individualista: Son aquellos que todo lo hacen ellos mismos. No piden nada a nadie por si se ve que no son capaces de hacerlo solos 
  • Experto: Piensan que no han sido honestos y tienen miedo a que los descubran.

Entonces, ¿por qué lo sufren los freelancers?

Muchos freelancers experimentan esta sensación en algún momento. Sobre todo cuando llevan un tiempo ofreciendo los mismos servicios.

¿Por qué? Lo que inicialmente les llevaba cierto tiempo hacer, ahora lo hacen con los ojos cerrados y ahí llega el problema: ¿es justo cobrar esto al cliente por esta cosita que le he solucionado?

¡Si! Tu mente está jugando contigo. Te hace creer que algo que te ha costado trabajo dominar es algo sencillo para todo el mundo (¡y no lo es!).

Se dice que puede ser también originado por la falta de feedback existente en esta modalidad de trabajo.

Un trabajador por cuenta ajena, suele tener un superior que le da feedback y felicitaciones cuando las cosas están bien hechas. Saben lo que haces y lo que sacas adelante. Sin embargo, como freelancer, el cliente solo ve el resultado final sin entender del todo el trabajo que hay detrás.

El éxito lleva a las personas a sentirse fraudes, porque piensan que quizás no están a la altura de lo que están haciendo. 

Síntomas: ¿Cómo saber si tengo el síndrome del farsante? 

En general, si sueles desmerecer tu empeño o no reconoces tus logros pensando que simplemente ha sido suerte, es probable que estés padeciendo este síndrome del farsante.

Aquí algunos ejemplos del sindrome del impostor concretos. Estas frases deberían hacerte pensar:

  • «No sé por qué alguien confió en mí para hacer eso»
  • «Cualquiera podría hacer lo que yo hago»
  • «Sólo he llegado aquí por suerte»
  • «Tengo que disfrutar de esto antes de que alguien me desenmascare»
  • “No puedo subir mis tarifas, ya soy suficientemente caro para lo que hago”

Tras ver estos ejemplo, algunos síntomas del síndrome del impostor son:

  • Sentir que los demás no pueden querer tus servicios
  • No ser consciente de las capacidades personales
  • Creer que no mereces lo que has conseguido
  • Pensar que tus clientes van a pensar que eres un fraude y no sabes lo que haces
  • Sentimiento de fracaso en casos del día a día
  • Ansiedad, tristeza y desmotivación en el trabajo
  • No estar nunca satisfecho/a con los resultados 

Eso sí, no hay que confundir la modestia con el síndrome del impostor. La autocrítica es buena y tampoco nadie va a querer trabajar con alguien que cree constantemente estar por encima de ti.

Pero hay que tener cuidado para que este síndrome no te paralice e impida que sigas teniendo éxito y sobre todo que no afecte a tu salud física y mental. 

Lista con sintomas del sindrome del impostor

Cómo curar el síndrome del impostor

Si te sientes identificado con todo lo mencionado hasta ahora, no sufras. Hay muchas opciones que te pueden ayudar a superar esta sensación de inseguridad y que le dirán a tu cerebro que ¡si que vales! 

1. Relájate, dudar es de humanos

Lidiar con el síndrome del impostor es, antes que nada, cambiar tu estado mental. Todos hemos dudado alguna vez. Pero si esa vocecita te llama con demasiada frecuencia, recuérdate a ti mismo que es solo una parte de tu cerebro humano y puedes elegir decirle que está equivocada.

2. Busca personas positivas y pregunta a tu círculo

La positividad es clave en la vida y por ello es fundamental que te rodees de personas y compañeros que te ayuden a ver el lado bueno de las cosas. También, pregunta en tu círculo si hay alguien que se ha sentido así. 

Te darás cuenta que incluso personas que para ti son referentes y que lo hacen todo genial, también han pensado que son unos farsantes en algún momento. Conocer estas experiencias externas, te ayudará mucho a afrontar tus miedos

3. Recuerda tus logros y éxitos

Piensa en todas las cosas que has conseguido y escríbelas. Puedes hacer este ejercicio tanto como necesites, pero por lo menos deberías hacerlo una vez al año.

Te recomendamos tener esta lista de éxitos a mano para que cuando se te vengan a la mente esos sentimientos de: “soy un fraude” la leas y recuperes esa motivación.

Es muy importante que aprendas también a aceptar las buenas palabras hacia tu trabajo. Muchas veces cuando alguien nos dice que le gusta algo de lo que hemos hecho le decimos: “Buah, tenía que haber hecho esto un poco mejor”, o “No estoy del todo convencido con los resultados”.

¡Basta! Alguien de verdad te ha dicho que le gusta tu trabajo. Agradece sus palabras y acepta ese reconocimiento al trabajo bien hecho.

4. Controla el perfeccionismo

La perfección es imposible de alcanzar, así que no te esfuerces tanto en buscarla y preocúpate de entregar las cosas bien hechas. Acepta los buenos resultados y si algo sale mal, acepta ese fracaso y aprende de él.

Necesitamos equivocarnos para salir reforzados y aprender, así como para afrontar nuevos retos.

5. No dejes que el miedo te pare

Lo malo del síndrome del impostor es que puede hacerte no aceptar un proyecto que te encantaría hacer por el miedo a no conseguirlo como quisieras.

Si quieres trabajar con el cliente X, no dejes que este miedo te impida avanzar y alcanzar tus objetivos.

6. Las comparaciones son odiosas

Si, nos comparamos con los demás. Es algo intrínseco del ser humano y un gran peligro.

Si nos comparamos con alguien que parece que tiene menos experiencia, ganamos seguridad en nosotros mismos ya que parece que nos va mejor. Sin embargo, si nos comparamos con alguien muy exitoso nuestra autoestima se desvanece.

¿Entonces? Centrate en ti y en mejorar tu versión.

7. Busca ayuda

Si el síndrome del impostor se ha apoderado de tu cerebro y te impide trabajar, es hora de buscar ayuda fuera.

Puedes hablar con otros freelancers, tu familia o tu mentor (si lo tienes) y si tampoco consiguen que cambie tu chip, busca ayuda profesional en un psicólogo.

👁️‍🗨️ Por qué necesitas un mentor como freelancer

Todavía es un tema un poco tabú pero nuestra cabeza es solo una parte más de nuestro cuerpo que también debe ser cuidada. 

No te olvides que esta sensación es mucho más normal de lo que crees. Y que muchas veces tener esta sensación de que lo que haces es demasiado fácil se debe a que realmente eres muy bueno en lo que haces.

¡No dejes que esa vocecilla te diga lo contrario!

¿Sufres también de este síntoma? Si quieres puedes contarnos cómo lo afrontas. 

Natalia Campana

Natalia Campana forma parte del equipo internacional de www.freelancermap.com. Enamorada de las nuevas tecnologías y la interculturalidad, tras reunir diferentes experiencias laborales trabajando en varios países como EE.UU, Reino Unido o Alemania, ahora centra sus esfuerzos en ayudar a freelancers a encontrar nuevos proyectos y clientes a nivel mundial.

Por Natalia Campana

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