El storytelling es un arte antiquísimo, probablemente uno de los primeros artes que surgieron en el mundo. Las historias provocan emociones y se adhieren a nuestra mente como ninguna otra cosa puede hacerlo. Por ello, no es de extrañar que el storytelling haya cobrado gran importancia en muchos ámbitos, incluyendo marcas y empresas. Y, ¿sabes qué? Como freelancer, tú tienes un poco de ambas.
En la era digital, el storytelling no es algo que solo los autores pueden usar, va más allá. De hecho, el éxito de aplicaciones como Snapchat y, en los últimos tiempos, Instagram, se debe, en gran medida, a la presencia del storytelling en el universo digital.
Ahora cualquiera puede contar su historia y compartirla con el mundo, ya sea a través de imágenes, texto o videos.
¿Cuál es tu historia?
Todo es susceptible de convertirse en una historia: desde tu pequeña biografía de Twitter hasta cada elemento que envíes. Son historias que hablan sobre quién eres, qué habilidades tienes y cómo estas encajan con el objetivo que persigues. Para que te hagas una idea de lo que es un storytelling en este contexto, aquí tienes los tres tipos que verás con más frecuencia en relación a los profesionales freelance y empresas.
Tipo 1: ¿De dónde vienes?
Básicamente, hace referencia a tu historia original como freelancer. Versa sobre describir motivaciones e ilustrar dónde y por qué te convertiste en un freelancer.
Tipo 2: ¿Cómo has llegado hasta aquí?
Esta categoría también podría denominarse “la historia del éxito” y engloba aquellos relatos orientados a inspirar y motivar. Si, por ejemplo, tu idea es vender un eBook o cursos online, este sería el tipo de historia indicado para ti.
Tipo 3: ¿A dónde vas?
Se refiere al tipo de historia que indaga en el futuro. Además, anima a la gente a seguirte o a ayudarte en tu camino porque tu visión suena muy convincente.
Ahora bien, estos tipos no están estrictamente separados. Pueden mezclarse y complementarse. Son como piezas de un puzle que encajan de diversas maneras para crear algo diferente cada vez.
¿Por qué deberías utilizar el storytelling?
Si no te han convencido todos estos argumentos, aquí tienes dos más que, de hecho, son los más importantes de todos:
Te hace destacar entre otros freelancers
Ser freelancer es como ser un pez en medio del océano, con la excepción de que tú realmente quieres hacerte notar y que te saquen a la superficie. Para hacerlo, tienes que ser el pez más brillante. En otras palabras, debes destacar.
Nos guste o no, la gente no destaca simplemente por sus habilidades y experiencia. Incluso si las tienes, debes saber cómo darlas a conocer. Las personas con historias personales que enganchen pueden fascinar de un modo que ninguna carrera universitaria puede. Por eso, el storytelling puede impusar tu carrera incluso más de lo que te imaginas.
Ser freelancer es construir un negocio de relaciones personales
En segundo lugar, ser freelancer es centrarse en construir relaciones: con tus clientes, audiencia y con compañeros de trabajo. Tendrás que ser capaz de confiar en esas relaciones, al menos tanto como en tus habilidades. Ellas serán decisivas en la obtención de tu próximo proyecto, te ayudarán a conseguir esa oferta de colaboración con otro compañero de profesión y, definitivamente, si lograrás que te recomienden. El storytelling es la mejor vía para impulsar esas relaciones.
Cómo contar tu historia correctamente
Hemos tratado sobre lo que es una historia y por qué deberías contar la tuya. A continuación, te explicamos cómo deberías hacerlo.
Voz activa vs. voz pasiva
Cada historia necesita un storyteller que también determine si será en voz activa o pasiva. Una historia pasiva se produce cuando te suceden las cosas, es decir, cuando tu talento gana notoriedad, te recomiendan o un colega te ayuda.
Por otra parte, una historia activa supone que tú has sido el gran artífice de tu éxito, esto es, tú has hecho posible que te reconozcan, tú encontraste a las personas adecuadas para trabajar y te esforzaste al máximo para llegar hasta dónde estás.
No tengas miedo de mencionar tus debilidades
No obstante, recuerda no hablar de más. Todo el mundo comete errores. Si intentas presentar tu historia de una manera en la que parezcas alguien perfecto, sin deslices y siempre tomando las decisiones acertadas, la gente lo notará y puedes perder credibilidad.
Es más, admitir las debilidades ayudará a que las personas se identifiquen con tu historia. Por supuesto, esto también puede ayudar a que tu historia sea recordada.
Cambia el enfoque a la hora de contar tu historia
No solo tienes una historia que contar, tienes varias, probablemente decenas. En función de lo que pretendes conseguir con tu historia, deberías modificarla. Piensa en contar las historias como si te postularas a diferentes proyectos. Céntrate en primer lugar en aquellas habilidades que encajan mejor con el proyecto en cuestión. Es preciso tener siempre un objetivo al contar una historia y construirla desde ese punto.
¿Cómo utilizas el storytelling en tu trabajo freelance? ¡Cuéntanos tus experiencias en el apartado de los comentarios!
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