Cómo negociar un contrato freelancer: Consejos para la negociación

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Para muchos profesionales freelance, la tradicional práctica de firmar un contrato por cada proyecto obtenido es cosa del pasado. En la mayoría de los casos en los que los freelancers se hacen con trabajos y proyectos puntuales, un contrato puede materializarse más en una serie de correos electrónicos que en un documento oficial.

Sin embargo, hay algunas situaciones en las que es recomendable firmar un contrato. Es, entonces, cuando un freelancer debería saber cómo negociar un contrato de manera efectiva para que las condiciones sean justas para ambas partes.

Por qué es tan importante negociar los contratos de trabajo como freelancer

Si nunca antes has suscrito un contrato como profesional freelance, es posible que te estés preguntando por qué es importante hacerlo antes de aceptar un trabajo.

Los contratos existen para proteger tus intereses, así como los de las empresas. Un contrato sirve para:

  • Definir claramente la naturaleza del proyecto y sus términos y condiciones
  • Establecer el modo de pago, los plazos y la cantidad de revisiones/correcciones incluidas en la tarifa
  • Proporcionar protección legal tanto para ti como para tu cliente
  • Demostrar que estás desarrollando una práctica comercial profesional (¡de vital importancia para los clientes que mejor pagan!)

Un contrato garantiza, entonces, el pago justo por desempeñar el trabajo para el que has sido contratado. No en vano, a muchos freelancers les ocurre que son contratados para un proyecto, pero luego es misión imposible conseguir que les paguen.

Asimismo, un contrato permite que el cliente sepa exactamente por lo que está pagando y, en definitiva, vela por que ambas partes reciban un trato justo.

Estas son las cláusulas imprescindibles a incluir en un contrato freelance durante la negociación del mismo.

¿Cómo debe un profesional freelance negociar su contrato?

La negociación de un contrato puede intimidar un poco cuando eres freelancer. Y es que es normal que te preocupe perder a tu cliente en el caso de que no aceptes sus condiciones. Recuerda, no obstante, que negociar es un proceso natural de cualquier acuerdo contractual.

He aquí algunos detalles importantes que deberás recordar al negociar tu contrato:

1. Ten una idea clara de lo que quieres

Si no estás seguro de qué condiciones deberías reflejar en un contrato, podrías terminar subestimándote.

Define con exactitud cuánto vale tu trabajo (¿cómo calcular tu precio?) y cuáles son los plazos que manejas. Por supuesto, piensa también en otros detalles más pequeños, como el número de revisiones que estarías dispuesto a asumir en la misma tarifa.

Saber lo que quieres, y lo que vales, te coloca en una posición mucho mejor para negociar de manera justa, pero firme, con tu cliente.

2. Da prioridad a los aspectos más relevantes para ti

No suele ocurrir muy a menudo que ambas partes consigan exactamente lo que esperan de un contrato. En la mayoría de los casos, los dos deberán realizar alguna cesión.

Por esta razón, priorizar aquellos aspectos que te parecen más importantes es clave a la hora de negociar un contrato. ¿Te preocupa más una fecha límite establecida o la tarifa que has propuesto?

He aquí algunos detalles que podrías negociar y priorizar:

  • % de los ingresos obtenidos por la empresa
  • Desarrollo futuro
  • Tarifa por hora/proyecto
  • Pagos con retraso
  • Relación laboral a largo plazo

Considera lo que no estás dispuesto a negociar y asume que deberás ser flexible en otros aspectos de las condiciones del trabajo para ser justo con tu cliente.

3. Sé razonable y justo

A cualquier freelancer le encantaría que los clientes estuvieran dispuestos a pagar una mayor tarifa y ofrecieran libertad total para terminar un proyecto. Sin embargo, todos sabemos que el mundo no funciona así y, por ende, esperar que los clientes nos den todo lo que deseamos puede derivar en quedarnos sin clientes.

Sé razonable en tus negociaciones y valora lo que tu cliente quiere a cambio. Si ambas partes actúan de manera justa y teniendo en cuenta la perspectiva del otro, estáis más cerca de acordar un contrato que se adapte a los dos.

4. Recuerda: la comunicación es la clave

Es habitual que las negociaciones contractuales comiencen y acaben en el correo electrónico. Aunque esto es conveniente para los profesionales freelance que trabajan desde casa o que no tienen una ubicación fija, también puede suceder que el mensaje no sea comprendido al 100% por la otra parte.

Para evitar una mala comunicación, no temas en descolgar el teléfono y hablar con tu cliente, en lugar de permitir que los intercambios de correo electrónico se interpreten de manera incorrecta.

5. Negociar un contrato no supone ganar o perder

No cometas el error de considerar las negociaciones contractuales como un asunto de “ganar” o “perder”. Se trata, simplemente, de un documento para protegerte a ti y a tu cliente, por lo que encontrar el término medio que os convenga a los dos es cómo hay que enfocarlo.

El objetivo es tener un contracto que sea en beneficio mutuo y que te permita iniciar una relación de confianza con tu cliente y viceversa. Es el primer paso para crear un cliente confiable y duradero para tu negocio freelance.

¿Qué lección aprendiste al negociar con tus clientes? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios debajo de este artículo!

Natalia Campana

Natalia Campana forma parte del equipo internacional de www.freelancermap.com. Enamorada de las nuevas tecnologías y la interculturalidad, tras reunir diferentes experiencias laborales trabajando en varios países como EE.UU, Reino Unido o Alemania, ahora centra sus esfuerzos en ayudar a freelancers a encontrar nuevos proyectos y clientes a nivel mundial.

Por Natalia Campana

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