Escritor

Comencé en la infancia como escritor, como divertimento de tiempo libre. Al llegar el momento de terminar la educación secundaria me decidí por dedicarme a la investigación científica, debido a que quería comprender el funcionamiento del ser humano. Luego de tres años de universidad (en los cuales seguí siempre escribiendo en mis momentos libres) dificultades familiares me llevaron a la indigencia ya la suspensión de mis estudios. En ese contexto un lejano pariente me dio espacio en su empresa de recursos humanos, en la cual ingresé como encargado de redes sociales. En poco tiempo pude aprender, rompiendo rocas, las técnicas utilizadas en la redacción de Marketing del mundo empresarial y ponerlas en práctica. La empresa se fundió, quedó nuevamente en la calle. Y comencé a buscar y conseguir todo tipo de trabajos: lavacopas, jardinero, bicicleta, en fin. Trabajando duro por el día y tocando música en los bares por la noche pude comprar una computadora y abrazar nuevamente la escritura, ya no solo como un bálsamo para el alma, sino como medio de vida.
Siempre me caractericé por una gran imaginación creativa, pero al mismo tiempo por un minimalismo proporcionalmente en línea empática con aquel al que va dirigido el texto. Dependiendo de quién le sea capaz, elija el idioma, los modos, las texturas. 
No veo la escritura como un fin en si misma, o como un arte en si misma, la veo como una esclava fiel de la conexión entre dos o más seres humanos.